Desarrollando las relaciones y la cultura en el aula
Muchas escuelas están adoptando prácticas de justicia restaurativa para crear culturas escolares más centradas en las relaciones. Obtén más información sobre cómo utilizar los círculos de justicia restaurativa en el aula y encuentra tres actividades de ejemplo.
¿Qué es la justicia restaurativa?
Según Amplify RJ, la justicia restaurativa es “una filosofía y un conjunto de prácticas, arraigadas en las enseñanzas indígenas, que enfatizan nuestra interconexión reparando las relaciones cuando se produce un daño mientras se construyen y mantienen relaciones de manera proactiva para prevenir daños futuros”.
La justicia restaurativa se centra en la dignidad de cada ser humano. Considera verdaderos siete supuestos sobre la condición humana:
- Nuestra verdadera esencia es buena, sabia, y poderosa.
- El mundo está profundamente interconectado.
- Todos los seres humanos tienen un profundo deseo de estar en una buena relación.
- Todos los seres humanos tienen cualidades únicas y son valiosos por lo que aportan.
- Ya contamos con todo lo necesario para lograr un cambio positivo.
- Los seres humanos somos holísticos.
- Necesitamos prácticas para construir hábitos de vida desde el núcleo del yo.
Preparación para un círculo de justicia restaurativa
Estos son los pasos que puedes seguir con los estudiantes para construir la base de los círculos de justicia restaurativa en el aula:
Para comenzar una práctica de círculo de justicia restaurativa con los estudiantes, es importante compartir con ellos qué es la justicia restaurativa y por qué están realizando esta práctica. Puedes hablar sobre cómo el proceso del círculo de justicia restaurativa permite que todos compartan su verdadero ser. En el círculo, todos son iguales.
A continuación, puedes crear los “acuerdos del círculo” como una clase. Estos acuerdos serán las pautas sobre cómo todos se tratarán entre sí en el círculo. Algunos acuerdos comunes del círculo son hablar desde el corazón, escuchar desde el corazón, respetar el objeto para hablar y siempre tener derecho a pasar. Publica estos acuerdos en un lugar donde todos puedan verlos durante la práctica del círculo.
Un objeto para hablar es un elemento que se utiliza para mostrar a quién le toca hablar. Si alguien sostiene el objeto para hablar, puede que hable; si lo hace, todos los demás en el círculo deben escuchar en silencio. En algunas clases, se puede optar por utilizar un juguete de peluche, un palo, una calabaza u otro elemento significativo como objeto para hablar.
La pieza central se coloca en el suelo, en el medio del círculo. Representa lo que la comunidad valora. Algunas piezas centrales pueden estar hechas de elementos de la naturaleza, como conchas marinas y piedras. Otras pueden ser obras de arte realizadas en conjunto por la clase.
Organizando un círculo de justicia restaurativa
Una vez que hayas preparado los demás elementos del círculo, estás listo para organizar la práctica. Esta es la estructura que siguen muchos círculos de justicia restaurativa:
Aquí, puedes recordarle a toda la clase los acuerdos del círculo que elaboraron en conjunto.
Comparte una cita de apertura que coincida con el tema del círculo. Esta cita también se puede discutir y analizar con todo el círculo.
Usa un video como este para ayudar a que todos estén centrados.
Pregunta, por ejemplo, “En una escala del 1 al 5, ¿cómo se sienten hoy?” o algo similar para tener una idea de cómo se sienten los estudiantes.
El organizador del círculo elegirá preguntas para hacer a todos según el tema del círculo. Cada persona en el círculo tendrá la oportunidad de responder las preguntas una a la vez. La persona que sostiene el objeto para hablar, habla, mientras todos los demás escuchan en silencio. También pueden decir “paso” si no quieren responder.
Puedes utilizar el mismo método que utilizaste durante la ronda de chequeo. Utiliza esta ronda para ver si algún estudiante compartió que su estado de ánimo mejoró o desmejoró después de la práctica del círculo. Si alguno de ellos dice que su estado de ánimo desmejoró, consulta con esos estudiantes más tarde. Ten presente si se dijo algo que fuera dañino para ellos y trabajen juntos para determinar cómo le gustaría al estudiante que se abordara ese tema.
Hacer que los círculos de justicia restaurativa sean accesibles
Algunos estudiantes pueden necesitar adaptaciones para participar plenamente en el proceso del círculo. Para un estudiante neurodivergente, estar sentado durante largos períodos de tiempo y abstenerse de interrumpir puede ser especialmente desafiante. Las siguientes son algunas formas en que se puede brindar apoyo a estos estudiantes:
Al revisar los acuerdos del círculo de la clase, recuerda a los estudiantes que está bien si necesitan levantarse y estirarse junto a la silla. Trabajen juntos como clase para que esto no desvíe la atención. Puedes normalizar el movimiento y dar el ejemplo como adulto facilitador, tomándote un momento para estirarte durante la práctica del círculo si lo necesitas.
Los juguetes antiestrés pueden ayudar a los estudiantes a concentrarse mejor en la conversación. Algunos ejemplos de juguetes antiestrés son las pelotas antiestrés, los cubos Rubik o los juguetes para enredar y desenredar. Lo ideal es elegir elementos que se puedan utilizar en silencio para que no molesten ni distraigan a las demás personas del círculo.
A veces, mezclar las actividades puede brindar más oportunidades para que los estudiantes participen, si tienen dificultades para sentarse y concentrarse durante largos períodos de tiempo. Puedes comenzar la práctica del círculo de la manera en que habitualmente lo haces. Luego, con toda la clase, destinen el resto del tiempo a jugar juntos. Si están al aire libre, los estudiantes pueden jugar al fútbol, al kickball, a correr carreras de relevos, etc. Si están adentro, pueden jugar juegos de mesa u otros juegos de interior.
Cómo evitar lastimarse durante los círculos de justicia restaurativa
Si bien los círculos de justicia restaurativa son una herramienta útil para construir una comunidad y una cultura en el aula, también pueden ser perjudiciales si no se realizan de manera consciente.
Los maestros a menudo quieren asegurarse de que los estudiantes se responsabilicen de su aprendizaje. En círculos, el aprendizaje puede ocurrir silenciosamente. Permitas que los estudiantes “pasen” cuando lo necesiten o quieran. No los obligues a hablar de un tema que puede resultarles incómodo. Esto podría ser psicológicamente dañino y también puede hacer que sea menos probable que quieran participar en el proceso del círculo.
Recuerda a los estudiantes que no tienen que compartir nada que no quieran y que es importante no repetir fuera del círculo lo que las personas comparten. Por último, en caso de que un estudiante comparta algo difícil y necesite apoyo después, elabora un plan con anticipación que garantice que el estudiante reciba la atención y los recursos que necesita después de la práctica del círculo.
La justicia restaurativa tiene sus raíces en la enseñanza y la filosofía indígenas. Hay una diferencia entre honrar esa tradición y apropiarse o burlarse de esa tradición. Si no eres un maestro indígena, evita hacer cosas como usar un tocado indígena o pintura facial. Algunos maestros pueden pensar que esto ayuda a “crear el ambiente”, pero en realidad es racista y puede ser perjudicial para los estudiantes negros, indígenas o de color (BIPOC, por sus siglas en inglés) en el aula, especialmente para los estudiantes indígenas.
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